In Christopher's Memory 2

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Me encontraba en la estancia… Rompiéndome la cabeza, tratando de acomodar los asientos para el show (en el que Christopher actuaba), donde algunas personas importantes se suponían que vendrían a ver.

Nuestra pequeña estancia se componía solamente de unos 3 sillones y una mesita para el té en medio (Donde nunca tomábamos té, por supuesto.) Los alocados ruidos de afuera se me hacían indiferentes, ya me había acostumbrado a la energía de los jóvenes universitarios y adolescentes que a veces nos visitaban en el hotel, y puedo decir que en algunas ocasiones esos mismos alaridos alocados me tranquilizaban.

Acostada en un ángulo extraño en el sillón más pequeño, tomando con la mano derecha un lápiz y con la mano izquierda una carpeta me encontraba, a punto de descubrir por fin como ordenar los condenados lugares.
En ese momento escuché la puerta abrirse, pero hice caso omiso.

-Jajá!!!

Escuché exclamar después de ver como una mano que antes había sido blanca pero que ahora era bronceada tomaba mi lápiz con rapidez y rayaba con agilidad todo mi trabajo.

-CHRISTOPHER!!!!- Gruñí con todas mis fuerzas hasta que la garganta me dolió.
-Ay no es nada!! No es tan importante, o si?- Dijo mostrándome su mueca extrañamente perfecta, pero inefectiva.
-Chris, de verdad, estoy tratando de hacer mi trabajo, podrías dejarme en paz por primera vez en tu vida?
-Vamos, claro que no, si es tan divertido hacerte enojar.-Rió entre dientes y se acercó a mi.-Jajá!!!

Tomó mi cuaderno e inmediatamente me levante para quitárselo. No podía de todas maneras, yo era demasiado pequeña y él era muy alto.
Lo miré con rabia, pero su rostro no cambió en absoluto. Incluso creí haber visto que había ensanchado su sonrisa.

-Es un juego Leah- Dijo entregándome mi carpeta- No te enojes tanto!!

Desvaneció su sonrisa y apretó sus labios casi con seriedad. Parpadee un poco y después volvió a sonreír con malicia. Sólo me alejé con una expresión impávida y regresé al sillón a reconstruir lo que él había arruinado.

-Leah, Leah, tonta Leah- Canturreó mientras me observaba- Leah, Leah, lin… ingenua Leah… Cuándo aprenderá?- Los ojos le brillaron por unos momentos y después volvieron a la normalidad, no quitaba ojo de mi.
-Piérdete Christopher.-Dije sin dejar de ver el cuaderno.
-Está bien mi ingenua y tonta dama- Dijo con voz de poeta (Un poeta muy guapo, por cierto)- me iré a algún lugar donde nunca nadie me encuentre, donde no haya nada más qu…!!
-Chris-Interrumpí.
-Sí?
-Cállate, trato de concentrarme.

Christopher disolvió su sonrisa hasta que sólo se pudieron ver sus dientes y caminó a paso lento hacia la puerta, sin decir palabra.

-Y cierra la puerta antes de salir- Añadí antes de que la puerta se cerrara suavemente, dejándome sola otra vez.

Al siguiente día ni siquiera recordé lo que había pasado en la estancia, era tan matutino que ya no valía la pena darle importancia.

Mientras caminaba por la orilla de la alberca con el insulso uniforme del hotel, contemplé como un puñado de adolescentes se le quedaba viendo de lejos al cuerpo y rostro del apuesto Christopher.

*Adolescentes* Pensé con amargura mientras desviaba la mirada hacia otro lugar.

Cuántas chicas se quedaban con la boca abierta examinando el musculoso y bien cuidado cuerpo de nuestro apuesto animador. Aunque a mí me tenía sin cuidado, millones envidiarían el hecho de que yo trabajaba con él.

-Uno, dos, tres, cuatro, arriba!!

Gritaba con energía otro de mis compañeros de trabajo. Tratando de hacer a la gente hacer ejercicio mientras bailaba afuera de la alberca con un micrófono en la mano.
De hecho, bastantes de mis compañeros eran muy guapos, como Alexander, el animador de la alberca principal. Era muy moreno, ya que tenía la sangre de un puertorriqueño, y lucía un cuerpo grande y musculoso. No tenía cabello, pero eso no disminuía su atractivo natural.

Christopher se acercó con su grácil andar. Alexander lo miró y Chris le dijo algo moviendo las manos con ánimo y su típica sonrisa de niño bueno. Alex se mantuvo mirándome mientras Chris le hablaba y levanté mi mano y lo saludé.
Alex levantó el micrófono y se lo puso delante de su boca.

-Aquí el joven Christopher está enamorado!!- Dijo con su voz de locutor

Me miró por unos segundos y después desvió la mirada hacia Chris de nuevo, que le sonrió con un dejo de una expresión que no pude descifrar.
Algunas chicas (entre ellas las adolescentes que había visto antes), bramaron “no!!!” y no pude evitar dejar salir un risita tonta y seguí con mi camino.
Christopher se alejó de Alexander y se paso a la orilla donde yo estaba.

-Ya lo haré!!- Le gritó a Alex desde el otro extremo y éste sólo se limitó a sonreírle abiertamente.

Christopher pasó de lado de mí y me empujó. Estuve a punto de caer dentro de la alberca, pero recuperé el equilibrio antes de hacerlo.

-Idiota-Escupí entre dientes.